Fecha: 30/09/2019
En la acuicultura, sin dudas, la alimentación de los animales representa la mayor parte del costo de producción.
Los piensos formulados para los animales acuáticos poseen como uno de los principales ingredientes el aceite de pescado que, además de poseer alta digestibilidad, también proporciona los ácidos grasos esenciales para el buen desarrollo de los animales.
A pesar de ser nutricionalmente bien aceptado, el aceite de pescado enfrenta cuestiones ambientales, éticas y económicas, relacionadas al coste de obtención ya la disponibilidad de esta fuente de ácidos grasos.
Por lo tanto, son necesarios cambios en la formulación de los piensos para la acuicultura. Pero, ¿qué tipo de aceite / grasa puede servir como una fuente rica de ácidos grasos por un coste razonable y que esté altamente disponible? Los aceites y grasas procedentes de subproductos del abasto de aves y cerdos son perfectamente capaces de sustituir total o parcialmente el aceite de pescado en este tipo de formulación.
Pero, ¿qué razones hacen que esta alternativa sea viable?
Precio y disponibilidad
Las proyecciones sobre la disponibilidad del aceite de pescado son alarmantes. Los informes señalan que, en una década, la demanda por este aceite puede superar su suministro.
La reducción de la disponibilidad del aceite de pescado está asociada a su alta demanda debido al crecimiento de la acuicultura. El desequilibrio de esta balanza afecta también el precio de este ingrediente, que se ha vuelto cada vez más caro con el paso de los años.
En cambio, las grasas animales cuestan la mitad del precio del aceite de pescado, o incluso menos en algunos casos. Además de ser ampliamente disponibles, se estima que es posible reducir el coste de producción de piensos para la acuicultura en US$ 3.00 / tonelada por cada 1% de aceite de pescado que se reemplaza por grasa animal en la formulación.
Calidad del pienso: resistencia a la oxidación y digestibilidad
La resistencia a la oxidación está directamente relacionada con la presencia y cantidad de insaturaciones presentes en la estructura de los ácidos grasos que componen un material.
El aceite de pescado es mayoritariamente insaturado, por lo que es altamente susceptible a la oxidación, lo que lleva a una pérdida de calidad tanto nutricional como sensorial en el almacenamiento.
Por otro lado, las grasas animales presentan pocos ácidos grasos insaturados. Por lo tanto, son más resistentes y estables, contribuyendo a una plazo mayor de caducidad. En términos nutricionales, es importante que los componentes que forman parte de un pienso posean una alta digestibilidad, es decir, que sean apropiadamente utilizados por el organismo de los animales, con elevada tasa de absorción. En este aspecto, tanto el aceite de pescado como el de aves proporcionan alta energía digestible para los organismos acuáticos cultivados.
Un estudio ha propuesto que la digestibilidad de las grasas animales está relacionada con la temperatura del agua donde se crían los animales.
Por ejemplo, la grasa de cerdo aumenta su coeficiente aparente de digestibilidad de un 70% a una temperatura de 5 ºC al 78% a una temperatura de 15 ºC.
Este efecto se debe al hecho de que las grasas animales poseen un punto de fusión más alto que los aceites, como el aceite de pescado por ejemplo, poco afectado por la variación de temperatura del agua.
De esta forma, al formular un pienso para animales acuáticos utilizando grasa animal, es importante mantener un balance entre ácidos grasos saturados e insaturados (mono y poliinsaturados) y considerar las exigencias y hábitats de las diferentes especies.
Se estima que el contenido saturado no debe exceder el 35 – 40% de la formulación, para garantizar una digestibilidad optimizada.
El efecto del balance de ácidos grasos en el desempeño animal
Un estudio ha compilado una serie de experimentos que analizaron el rendimiento y el crecimiento de los animales acuáticos alimentados con grasa animal y ha constatado la importancia del equilibrio de contenido de ácidos grasos.
En general, cuando la grasa animal se limita a un máximo del 50% del contenido total de lípidos que forman parte de un pienso, no se producen efectos negativos en el rendimiento de los animales. También no se ha constatado ningún perjuicio en cuanto a la capacidad reproductiva de los mismos.
Por lo tanto, piensos que traigan en su composición un balance entre los ácidos grasos saturados de la grasa animal y ácidos grasos mono y poliinsaturados, son capaces de promover un crecimiento saludable a un costo menor si comparado al uso exclusivo de aceite de pescado.
Respuesta inmune
Las anomalías en el sistema inmune de los animales acuáticos pueden ocurrir si el balance de ácidos grasos esenciales no se alcanza en la dieta.
Debe haber un equilibrio entre la cantidad ingerida de ácidos grasos omega-6 y omega-3. Ambos son precursores de hormonas que regulan la respuesta inmune en el organismo de los animales. Por lo tanto, la falta de algunos de ellos sería un factor para la ocurrencia de la desregulación del sistema inmune.
Calidad de los animales acuáticos
Debido a la diferencia en el perfil de ácidos grasos de las grasas animales y del aceite de pescado, existe la preocupación de que la grasa animal promueva un cambio en la composición corporal de los animales.
Este tipo de fenómeno puede ocurrir en algunas especies, pero no todos los ácidos grasos consumidos en la dieta se deposita en el tejido muscular de los animales.
Por lo tanto, al incorporarse una cantidad controlada de grasa animal en los piensos, se espera un efecto marginal en la composición corporal de los animales. Esta información es pertinente principalmente para los peces con bajo contenido de grasa corporal.
¿Qué tipos de grasa animal pueden ser utilizada en aquafeed?
Las opciones son innumerables. Dos de ellas se destacan, sin embargo, debido al precio económico, a la gran disponibilidad ya la calidad.
Aceite de aves
El abasto de aves genera subproductos que, después de la cocción, se puede prensar para obtener una fracción de lípidos, también conocido como aceite de aves. Este aceite también se puede extraer de la harina resultante de estos subproductos.
El aceite de aves es una gran fuente de ácidos grasos esenciales, especialmente los Omega-6 y 9, contribuyendo a un balance saludable de la fracción lipídica en la dieta.
Debido a la utilización de materia prima fresca y proceso de cocción suave, estos aceites también son capaces de contribuir positivamente con la palatabilidad de los piensos, haciendo que las mismas tengan buena aceptación por parte de los animales y no se acumulen como residuos en el fondo de los criaderos.
Grasa de cerdos y de harina de chicharrón
La grasa de cerdo proviene de la cocción, del drenaje, de prensa y / o centrifugado de subproductos del abasto de porcinos. Fuente de vitaminas del complejo B y de minerales, esta grasa contribuye al mencionado balance de ácidos grasos que la dieta de los animales acuáticos debe poseer, ya que el 60% de su perfil de ácidos grasos está compuesto por el ácido oleico, que es monoinsaturado.
Con una composición similar de ácidos grasos la grasa de harina de chicharrón se obtiene por cocción, prensado y centrifugado de chicharrón, separando la fracción de proteína de la fracción de lípidos.
Ambas las grasas son producidas con materia prima fresca y de alta calidad y pasan por tratamientos térmicos blandos, a fin de evitar el desarrollo de procesos de oxidación, garantizando calidad, estabilidad y vida útil elevada.
Conclusión
Los ingredientes hechos a base de aves y de porcinos, también poseen una fracción extremadamente nutritiva que puede ser utilizada en la alimentación de animales acuáticos. Sustituir el aceite de pescado por grasas animales a la hora de formular piensos para la acuicultura causan impactos positivos en el costo y la calidad de los productos.
Sin embargo, es necesario siempre estar atento a la proporción final de ácidos grasos que lo cual tendrá el pienso, así como la disponibilidad de ácidos grasos esenciales y la digestibilidad de los nutrientes presentes.